martes, junio 27, 2006

Neoclasicismo en Europa

SIGLO XVIII

Carlos II había hundido a España en la decadencia total. Asume Felipe de Anjou, nieto de Luis XV de Francia, de la familia Borbón, con el nombre de Felipe V.
Influida por Francia, España se volcó al neoclasicismo, movimiento artístico en el que la razón restringe toda manifestación de la subjetividad y sostiene que la perfección estética puede lograrse mediante la imitación de los modelos grecolatinos.

La era de la razón y del empirismo científico
La filosofía cartesiana es la que alienta a este modelo. Descartes sostenía que la duda es el principio de todo quehacer filosófico. La diferencia con el hombre renacentista es que ya no cree en los sentidos. Todo cuanto nos rodea es pura ilusión. Surge así el aforismo: “pienso, luego existo”. El hombre es un ser pensante y puede conocer sólo a través de la razón. Así se da el racionalismo.
Bacon, por su parte, desarrolla una filosofía fundada en la experiencia, como único medio de comprobación de las verdades científicas. Este método, el inductivo, da lugar al empirismo.

Despotismo ilustrado
Los Borbones impusieron el despotismo ilustrado como forma de gobierno. Esta doctrina implica el ejercicio del poder por los intelectuales, pero sin el consenso del pueblo. Los cambios políticos-culturales se efectuaron a través de instituciones que definían líneas de pensamiento.
Era una cultura dirigida: una minoría se creía poseedora de una ilustración superior y trataba a través de academias, tertulias o el periódico de regir o encauzar las corrientes de opinión.
La Real Academia Española de la Lengua surgió en este contexto en 1713. Su lema era “limpia, fija y da esplendor”. Aparece toda clase de diccionarios y enciclopedias, que intentan compendiar la totalidad del saber de la época.
El periódico más trascendente de la época fue El diario de los literatos de España (1737), creado con la intención de divulgar los adelantos en todos los campos del conocimiento.


Neoclasicismo en la Literatura
El enciclopedismo se manifiesta claramente en el auge por el género epistolar y el ensayo. En cuanto al formato, toma mayor relevancia la prosa, y el verso queda relegado al género lírico que, al existir un ambiente poco propicio para la subjetividad, revela una producción muy pobre.
Los ilustrados estudian la preceptiva del arte grecolatino para aplicarla a todos los géneros literarios. La obra de consulta obligada en esta época fue La poética, de Aristóteles.
La finalidad didáctica vuelve a aparecer, pero esta vez asociada a otro motivo: la necesidad de que círculos cada vez más amplios conocieran los avances de la ciencia.
La vida y las letras españolas sufrieron en este período un fuerte “afrancesamiento”, generado por el deseo de los ilustrados de incorporar España a Europa, que se hallaba rezagada en su evolución cultural.
En lo lingüístico, la influencia francesa se manifiesta mediante la incorporación de nuevas voces y el uso de giros y expresiones galicadas.


Leandro Fernández de Moratín
· Nace en Madrid en 1760
· Logra el mecenazgo de Godoy, príncipe de la paz en 1792
· Durante el reinado de José Bonaparte en España es nombrado Bibliotecario Real.
· Debe exiliarse cuando los franceses son derrotados.
· Muere en Francia en 1828

El teatro
Es un tema polémico para este tiempo. Mientras el grupo de la Ilustración impulsaba obras encuadradas en la estética grecolatina, el pueblo seguía prefiriendo a los continuadores del teatro del Siglo de Oro. Se producía así un conflicto en el que los enciclopedistas debían luchar contra el gusto popular y la falta de escritores dotados que había en el período anterior.

El teatro neoclásico consitía en la creación deobras de teatro que se ajustaban a las famosas reglas de las tres unidades. Estas reglas no existieron ni en Grecia ni en Roma; se las inventó a partir de las consideraciones de Aristóteles por temor a la anarquía y por el deseo predominante en la época del neoclásico, de lograr un orden social y político. este deseo se extendió también al campo de la literatura.

Las tres unidades:

  • la unidad de acción

Consistía en que el argumento de la obra siguiese una línea única, sin líneas temáticas secundarias que confundiesen o hiciesen olvidar la principal.

  • unidad de tiempo

Establecía que el autor debía tratar de que la acción durase tanto tiempo en escena como el que suponía el argumento; tenía que ser de un día como máximo, y preferiblemente de unas horas. En el teatro español casi siempre se omitió considerar la unidad de tiempo, excepto en las obras neoclásicas.

  • unidad de lugar

La unidad de lugar, que no siempre siguieron los clásicos griegos, les pareció, a los críticos franceses, imprescindible para lograr la perfección estilística de la obra teatral. hubo quien llegó a exigir que hubiese una sola decoración para todos los actos.

La razón hizo triunfar a las reglas, y a fuerza de ser razonables, los autores fueron perdiendo la frescura de su imaginación. Por otra parte, hubo en la ficción teatral una intención educativa que se acentuó;paulatinamente, a lo largo del siglo XVIII se comenzó a valorar el sentimiento, hasta tal punto que la expresión de la interioridad anunciaba ya la llegada del Romanticismo.



El teatro de Moratín
Escribió cinco comedias y tres traducciones. En La comedia nueva o el café expresó sus ideas dramáticas y censuró a quienes sólo aportaban al teatro malas imitaciones y penuria del talento. Creó la comedia de costumbres del siglo XVIII. Centró su obra en el contenido más que en la forma, pese a que la forma ha sido objeto de su preocupación en dos aspectos principales: la lengua y la construcción dramática.
Las obras teatrales de Moratín son razonadas, equilibradas y serenas. No hay explosiones de pasión ni de inspiración caprichosa. El diálogo es sobrio y natural.
Los personajes no son caracteres ni tipos humanos, sino simplemente casos de la vida. No hay fuertes personalidades. Los protagonistas sobresalen apenas de los personajes secundarios. Los temas se reducen al conflicto entre los jóvenes y sus mayores. Incorpora la crítica a sus obras: los jóvenes están inhibidos en la expresión de sus sentimientos y pensamientos por el aparato formal de la sociedad y la tradición educativa.
La lengua se caracteriza por la claridad, la corrección gramatical, la elegancia y la riqueza de vocabulario.
Según Moratín, el teatro consiste en “imitar un suceso ocurrido en un lugar y en pocas horas entre personas particulares, a través de un diálogo que ponga en ridículo los vicios y errores comunes en la sociedad y se recomienden la verdad y la virtud”.

El sí de las niñas
Moratín consigue una sorprendente variedad de circunstancias, sentimientos e intereses, manejando solamente cuatro personajes: tres mujeres y cuatro hombres. La acción transcurre en un solo lugar, y se supone que es contemporánea al autor, quien en la acotación escénica no señala la fecha, pero sí su duración: desde las 7 de la tarde hasta las 5 de la mañana. Estas pocas horas, que presuponen una gran concentración de la acción y a la vez lo simple de la trama, no son obstáculo oara que el autor consiga impregna de subjetividad a la acción, la cual se halla caracterizada por la serenidad, la inquietud, la sorpresa, el amor, el dolor, para volver a la serenidad a tarvés de la razón.

  • el equívoco
Es uno de los elementos típicos de la comedia española: un personaje dice una cosa que es comprendida erróneamente por otro

  • monólogos
Moratín usa los monólogos como ventans que permiten al espectador asomarse al alma de sus personajes más importantes: Doña Paquita y Don Diego. No hacen avanzar la acción, y podrían suprimirse sin que por esto la trama fuera menos lógica, pero su importancia reside en que son rápidas exploraciones, que a veces toman poquísimas líneas, pero qu resultan valiosas para conocer los sentimientos de la jovencita y del anciano.

  • los confidentes
Los tres criados que aparecen en la obra son confidentes de los amores de sus amos. Aún cuando el papel de los criados sea concebido de una manera más o menos convencional, no por eso deja Moratín de darles personalidades bien definidas y diferenciadas de las de sus amos.

  • los personajes
Don Carlos no se rebela. Prefiere el sacrificio a la desobediencia. La corriente neoclásica incluye este tipo de personajes que sólo son capaces de oponer respeto a la autoridad de un mayor. Esta línea tiene evidentes fines didácticos: enseñar a los jóvenes que deben respetar a sus mayores a fin de conservar el orden y aprender de ellos. Este aspecto es fácilmente relacionable con la ideología que se desprende del Despotismo Ilustrado; aquí es el gobierno quien explica a las masas cómo debe ser la vida del hombre.
Doña Irene ostenta todos los defectos de las matrona españolas de la época, pero su charlatanería, su vanidad, su anhelo de casar a su hija por interés, se muestran de tal modo que resulta un personaje cómico, ridículo; y, así cuando todo el mundo está enterado de lo que ha ocurrido y del cambio inesperado de novio, empieza por ponerse furiosa y termina por alegrarse de tener un yerno joven y con el futuro asegurado.
Paquita es paradigma de la joven en edad de casarse, sumisa, sentimental, soñadora, pero que no se rebelaría nunca, a no ser que su amado tomase la decisión por ella.
Don Diego es el portavoz de las ideas del autor. En muchas ocasiones, Moratín pone en boca de este personaje su parecer en relación con los esquemas de la época. Decididamente, critica la educación moral que se daba a las jóvenes y lelga a entender el derecho de éstas a la elección personal en el matrimonio. Lo hace por boca de Don Diego, a quien siempre ha presentado como un hombrehumano y justo, sólo momentáneamente cegado por la ilusión de casarse con una jove. Y resulta más significativa aún esta actitud si se recuerda que el propio Moratín estuvo de novio con una jovencita, que finalmente lo dejó por otro, y de quien él se mantuvo amigo toda la vida.


Principalmente, el decoro y el agudo sentido de lo moral guían a los personajes