domingo, noviembre 08, 2009

EL TEATRO DE ROBERTO COSSA


El inmigrante de Roberto Cossa

La generación europea que inició este proceso culturizante fue la última de la humanidad que tenía en su haber utopías. Rojas en El hombre light propone a esta época como un tiempo de descreimiento y ausencia de proyectos. La fiebre del oro, coincidente también con el ansia mítica del hombre de descubrir el medio de vivir sin preocupación, volviendo al estado paradisíaco previo a la existencia del pecado y la fuente de la eterna juventud. América se presenta ante los ojos de los cansados europeos como la tierra del bienestar en su estado salvaje.
El inmigrante corría con la ventaja de haberlo pasado y superado, llegando a la civilización culta; es decir, si lo llevamos a un punto sumamente abstracto, manejando la información esencial: qué es lo bueno, qué es lo malo, qué es lo civilizado y qué no y creyendo que nada peor les puede pasar. Así, tenemos es perfil de un colonizador completamente obnubilado por esperanzas y expectativas que, a duras penas y no siempre, podrá ver realizadas.
Creo que esto es lo que produjo esta incapacidad de adaptación. Ya se sabe que todo cambio es shockeante en el hombre, ya que es un animal de costumbres. No nos hace falta un análisis psicológico o sociológico para deducir esto; sólo, sencillamente, saber que el hombre teme a todo aquello que le es desconocido. América le era desconocida por completo. Por esto no creo que nuestros inmigrantes hayan llegado tranquilos a los puertos de la querida República, sino cargados de preguntas; pero así como tenían las dudas, creían (según mi humilde opinión) tener todas las posibles respuestas, por provenir de un mundo civilizado y culturalmente organizado.
Sin tanta máquina rápida ni tanto satélite, vivían rodeados de una realidad que supusieron única; fenómeno propio del hombre porque, aún hoy, con todas las posibilidades y las vías de acceso a información que hay en nuestro mundo, nosotros seguimos creyendo que nuestra realidad es la única: fragmentada en cuanto punto de vista nos rodea, pero confeccionada de una manera personal que es lo que la hace enteramente individual y perfectamente válida a nuestros ojos.
No es culpa de nadie ni desestimación de ninguno. Es, sólo, lo que por siglos se supuso que era América: la tierra dorada, de las mujeres hermosas y de los infinitos condimentos, donde conseguir la felicidad y lo suficiente para vivir bien poco costaba. Las crónicas de los conquistadores contribuyeron con esto; Voltaire con su Cándido puso por escrito una fantástica descripción de América: la tierra en la que Dios puso todo su esmero al crearla dotándola de cuanta comodidad y dicha el hombre necesitara.
Esto fue, nada más, lo que pasó y lo que contribuyó hondamente en la heterogeneidad de la conformación de la sociedad argentina y esa especie de eterno desapego a lo que nos pertenece: una suerte de contradicción entre amar la patria donde uno nació y estar continuamente buscando la Tierra Prometida.

Contexto histórico:


Rose Marie Armando facilita una consistente reseña histórica del marco en el cual se llevan a cabo las producciones de Cossa que son motivo de este trabajo ya que en su estudio sobre el teatro contemporáneo argentino coloca a la obra dramática en una posición privilegiada en lo que respecta a su papel de termómetro social. Considera a este tipo de espectáculo como el medio preferido del público para hacer catarsis y de los autores para constituirse en agudos observadores de la realidad.
A partir del año 1960 la situación social, económica y política se encuentra en estado de permanente tensión. En el aspecto cotidiano, esta crisis genera nuevas conductas en la sociedad: “los jóvenes comienzan a renegar de la tutela paterna, pretendiendo ´vivir su vida´, buscando un destino propio”. Se pone de moda la palabra austeridad.
Esto, asegura, acarreó una innegable inseguridad y temores en la gente. A esto se le debe agregar un sentimiento general de frustración derivado del fracaso de casi todos los proyectos que han ido proponiendo los distintos gobiernos sin llevar a cabo ninguno. “Este sentimiento va a brotar y a hacerse tangible en toda clase de manifestaciones. Y una de ellas es, sin lugar a dudas, el teatro...de allí que acudamos a él si queremos profundizar en el alma de la comunidad”.


El teatro de Roberto Cossa:

A través de su teatro detecta y representa nuestra sociedad en crisis, hecha de pequeñas conductas, de pequeños antihéroes que carecen de respuesta para sus conflictos más íntimos. Para ello ha profundizado en las raíces que conforman el ser nacional, intentando, a la vez, representar un clima de irrealidad, propio de la metaforización de la realidad que tiene lugar en sus obras.
Esta realidad representada en sus obras es el hombre mismo, el hombre y su mundo. Aquí aparece lo que Anaine denominará responsabilidad moral del autor hacia su tiempo: el deber de reflejar la verdad del sentir del hombre en un contexto que lo penetra y lo empapa hasta crearle un perfil determinado acorde a sus normas. Esta ética envuelve la mirada del autor y le condiciona el arte.
En su obra aparece un país enajenado de dolor y de la necesidad conformar una identidad al margen de cualquier tipo de dependencia. “El hecho de no haberse sometido en forma definitiva a rígidos cánones estilísticos, le permite abordar con libertad una o varias líneas creativas con el único propósito de encontrar nuestro yo nacional”.
Según Susana Anaine, el teatro de Cossa presenta dos etapas:
en la primera, presenta una estilística que correspondería a la del realismo crítico o expositivo (como en Nuestro fin de semana o Gris de ausencia)
en la segunda aparece un discurso que anda los caminos del absurdo, el expresionismo exasperado, casi grotesco, convirtiéndose, quizás, en un nuevo lenguaje dramático (ejemplo de esto es La Nona).

Distingue, también, dos tipos de realismo: en realismo como movimiento; y el realismo mágico como evolución mítica del original. En el camino que, para esta autora, Cossa recorre de uno a otro, logra internarse en la mitología urbana: el tango, la quimera del kiosquito, etc.
Pelletieri habla, en cambio, de un realismo reflexivo. Se trata de un proceso en el que tienen lugar dos períodos: la primera fase de esta nueva poética realista que se desarrolla en el Río de la Plata durante el siglo XX y que tiene su punto de maduración en la década del ´60. A este primer período pertenecería Nuestro fin de semana. A la segunda versión pertenecerá La Nona, ya que esta etapa se caracteriza por terminar con la ortodoxia realista. Se reciclan los elementos propios del sainete, del grotesco criollo, del absurdo, del expresionismo con el fin de dejar sentado la intención de la obra.
Hay en los textos una serie de elementos extraverbales (concretados en las acotaciones) que nos lo muestran con un espacio común: el patio de una casa de clase media; una sabiduría popular: la Argentina de los ´60 y sus contradicciones; y, sobre todo, a nivel verbal, una valoración ideológica común: “estamos en crisis”, “la cosa no anda”. Estos enunciados y extraverbales pertenecían a la competencia del público al que estaba destinado, potenciando, así, su mensaje y sus posibilidades de interpretación.
Como el discurso teatral ficcionaliza, recrea las situaciones sociales donde se producen los sobreentendidos, estas piezas significan el advenimiento de lo que técnicamente podríamos denominar los silencios significativos del realismo o la palabra reprimida de la gente común.
El ámbito hogareño constituye una réplica del living: la platea cobija al público. Para Pelletieri, este lugar cómodo inducía al espectador a reflexionar cuál era su situación en esa sociedad chata que se presentaba en escena.
En cuanto al diálogo, recurso primordial del género dramático, podemos decir que en la primera etapa, aunque pocas veces se logre de manera efectiva, se lo busca y promueve. Con respecto al lenguaje gestual que Pelletieri denomina finisecular (grotesco – sainetera), podemos observar que esta completamente excluida en Nuestro fin de semana, por considerarlo ajeno a la modernidad y al compromiso frente a los receptores (a quienes se los consideraba participantes activos del proceso comunicacional que planteaba la obra teatral).
A medida que el realismo reflexivo evoluciona, se vislumbra una deformación de los roles estéticos y sociales, que comienza por el título de los textos y continúa con el discurso de los personajes que se intensifica en la segunda versión: el grupo de personajes de La Nona está en franca disolución. Entre ellos circula un cierto tipo de información elemental destinada a la convivencia; sin embargo, los datos con que aspiran a salir de su situación marginal son cuidadosamente ocultados. El silencio ha dejado de ser un sobreentendido tendiente a la comunicación (como en la fase anterior): es un arma usada deliberadamente para impedirla.

Las obras


“Si Discépolo otorga a sus personajes rasgos muy humanos en los que se plasma el doloroso reconocimiento de la no concreción de las expectativas y las realizaciones individuales (pero también el definitivo fracaso del proyecto liberal) los inmigrantes y exiliados de Cossa, más degradados moral y espiritualmente, han reducido al máximo la utopía que movilizó a sus abuelos”.
Beatriz Trastoy

Como planteamos al principio, hablando del proceso de inmigración en nuestro país, la adaptación a las nuevas formas de vida no fue para nada fácil. Los que se quedaron a pesar de todo debieron adaptarse, difícil y dolorosamente, a un medio muchas veces hostil y apropiarse de un nuevo código lingüístico que les volvió objeto de burla.
El grotesco discepoliano, que alcanza su apogeo entre 1920 y 1935, aproximadamente, como el que resurge nuevamente en la década del ´70 con las variantes estéticas e ideológicas que impone una lectura actualizada de la realidad argentina, tienen en común el derrumbe irremediable de las utopías mamadas en el Viejo Continente. “Pero si en Discépolo el drama existencial del personaje grotesco es metonimia del drama colectivo de la inmigración y, al mismo tiempo, metáfora del fracaso del proyecto liberal que eclosionaría en los años ´30. Los personajes de Roberto Cossa, inmigrantes o emigrados, pero exiliados siempre dentro y fuera de su tierra, metaforizan, a su vez, el fracaso de nuevas utopías sobre las que aquí se intenta reflexionar”.
Como Discépolo, Cossa retoma a aquellos que arribaron en el aluvión inmigratorio pero degradándolos y caricaturizándolos.
En el teatro de Armando Discépolo aparece la búsqueda del dinero a través del trabajo –elemento clave del deterioro individual y social del inmigrante- como inútil: a partir de esto se genera el enfrentamiento con el núcleo familiar y su consecuente disgregación. La conciencia del fracaso de los modelos parentales tensiona el vínculo padres - hijos hasta la exasperación. La huida del hogar, la abierta rivalidad laboral (en Mateo, el hijo del cochero se hace chofer de automóviles) o el intento de realizar los deseos frustrados de los padres con un gesto que tiene mucho más de competitividad que de reivindicación “serán las opciones de una rebelión que, con distintos grados de intensidad, deja al menos un resquicio de esperanza en el clausurado microcosmos del inmigrante discepoliano”


La Nona (1977):

“Enrique Pichón Riviere sostuvo: «según Freud, lo siniestro es aquella especie de lo espantoso que es propia de las cosas conocidas y familiares desde tiempo atrás. Pero debe diferenciarse lo siniestro que se manifiesta en la realidad, es decir, en la vida, y lo siniestro que es imaginado o conocido por la ficción».”
En La Nona se invierten los términos de la relación padres – hijos. La preocupación por el dinero (que ya no representa deseo de ascenso en la jerarquía social, sino la posibilidad de subsistencia cotidiana) corre por cuenta de las tres generaciones de descendientes que conviven con la centenaria inmigrante de insaciable voracidad. Pero frustrados en su intento de obtener dinero por las vías legales del trabajo, los personajes recurren a estrategias tan absurdas como inútiles (prostituir a la anciana, casarla con el quiosquero del barrio, abandonarla en la calle, asfixiarla con el gas del brasero, etc.). Encubiertos por la máscara hipócrita del afecto y la unión familiar, “los vínculos interpersonales se canibalizan ante la incapacidad de objetivar y modificar la verdadera causa del desmoronamiento y la mutua fagocitación”.
De esta manera encontramos a La Nona como un buen ejemplo de lo siniestro en el arte: el personaje es de la tierna abuelita de los cuentos infantiles que aquí se devora a la hija solterona, a los nietos, a la mujer de uno de ellos, a la biznieta y hasta a un marido de 80 años. Come, come sin cesar.
Pero comer aquí está directamente relacionado con la destrucción. Fagocitar, devorar y nunca saciarse es un mecanismo psicológico. Para la Nona no hay reglas, no existen los lazos afectivos. Es un personaje siniestro porque está relacionado con las pesadillas. Para Quiroga es, además, una metáfora de un país que se come a sus hijos. Uno de ellos se suicida, el otro se prostituye, el otro parte al exilio. Así sigue la cadena destructiva.
Para Anaine, los cien años de la Nona apuntan al empobrecimiento puntual de la clase media.
Las esposas del teatro de Cossa comparten –en términos generales- la ambición económica de sus maridos y atribuyen a las hijas valor de mercancías, ya que una adecuada unión matrimonial favorece al bienestar de la familia. Mientras que en el teatro de Discépolo el lugar social de la mujer es el del adentro protector y clausurado del hogar, resignándose a una vida de fracaso y exigiendo, implacable, el bienestar de sus hijos.La nostálgica evocación de la tierra de origen, idealizada ahora por la distancia y el reconocimiento del fracaso, es otro de los rasgos característicos del inmigrante discepoliano. Sólo se arraigan aquellos que –enriquecidos siempre por medios ilegales- logran mimetizarse y asimilarse a ciertos sectores encumbrados de la sociedad local. Los otros, los derrotados, se reprochan haber abandonado todo por una engañosa ilusión o sueñan el imposible sueño de un regreso que los redima de tanto dolor y miseria.
La falta de moral, la desesperación, la sumisión y la voracidad de esta abuelita monstruosa, que alude al lobo disfrazado con piel de oveja –volviendo a Quiroga–, muestra un momento de destrucción del país.
En cuanto al núcleo familiar, Armando Discépolo presenta el éxodo de los hijos en un desesperado intento de rebelión frente al fracaso paterno. Por el contrario, en Cossa la familia no se desintegra, permanece aglutinada sin cuestionamientos que la pongan en crisis. “El enfrentamiento “parricida” de las obras discepolianas es reemplazado por una fagocitación “filicida” que metaforiza la falta de esperanza en un futuro mejor”.

martes, junio 24, 2008

Un solo mundo, voces múltiples - Informe McBride

Sean McBride y el Informe "Un sólo mundo, voces múltiples"

Sean McBride era un abogado irlandés que consiguió ser Ministro de Asuntos Exteriores de Irlanda. Además, llegó a ser el Premio Nobel de la Paz en el año 1974 y fue galardonado con el equivalente al Premio Nobel soviético, el Premio Lenin, en 1977. McBride centró sus trabajos en la defensa de los Derechos Humanos y fundó, en 1946, el Partido Republicano Irlandés. A su vez, en 1961 presidió la Organización de Defensa de los Derechos Humanos de Amnistía Internacional y, desde 1974 a 1976 trabajó como Alto Comisionado de las Naciones Unidas en Namibia. En 1977 la UNESCO le nombró Presidente de la Comisión Internacional que se encargaría de desarrollar un estudio sobre los problemas de la comunicación. Estudio que daría lugar al Informe McBride
.


El Germen del Informe McBride
En junio de 1977, Sean McBride pronunció un discurso en la UNESCO sobre el papel de la prensa y la importancia de ésta en la sociedad. El discurso se centró en la fragilidad y la vulnerabilidad de la prensa a consecuencia de las grandes presiones económicas, financieras y políticas que sufrían los medios de comunicación del momento. Estas presiones tenían su origen en los intereses de las multinacionales de los grandes grupos de comunicación.
En ese mismo discurso, McBride sugirió que una organización como la UNESCO tendría que encargarse de investigar la cuestión planteada y que, además, ésta debería proponer un objeto de declaración o, incluso, una convención que intentara proteger el derecho a la libertad de expresión y de información con el fin de evitar que los medios de comunicación fueran manipulados por los gobiernos de turno o por los intereses económicos.
Su dicurso tuvo tanto calado en la UNESCO que, unos meses más tarde,
M. M'Bow, entonces Director General de la UNESCO, le propuso ser el Presidente de una Comisión Internacional que se encargara de estudiar los problemas que existían en el ámbito de la comunicación.
En esa Comisión participaron grandes personalidades del mundo de la información y de la comunicación. Entre ellos destacaron:
Hubert Beuce-Mery, fundador de Le Monde; Gabriel García Márquez, escritor colombiano; Leònidas Zamiatine, Portavoz del Gobierno soviético; y Marshall MacLuhan, sociólogo canadiense.
La Comisión comenzó sus trabajos en diciembre de 1977, trabajos que duraron unos tres años. El propio Sean McBride afirmó que "las circunstancias que rodeaban la creación de esta Comisión no me inspiraban el más mínimo optimismo. En los años 70 las discusiones internacionales sobre el problema de la comunicación habían llegado al estadio del enfrentamiento directo". Estos enfrentamientos se producían entre el tercer mundo, que se quejaban de las informaciones que los países desarrollados divulgaban ya que, creían que, éstas atentaban contra la libre circulación de la información.
Sean McBride y sus compañeros de Comisión intentaron, por todos los medios, analizar la situación de la comunicación desde el punto de vista histórico, político y social porque, según ellos, era la única manera de asegurar el futuro de la sociedad. En el Informe Mc Bride se solicitaba un nuevo papel de los medios de comunicación, un papel que intentara sobrepasar el ámbito de "los primeros auxilios" y que se centrara en ayudar al desarrollo y al cambio de los países menos favorecidos.
A su vez, el Informe se centró en la defensa y la protección de los periodistas que, por su trabajo, suelen ser molestos para los gobiernos, los políticos y los intereses económicos de éstos. Así, Sean McBride dio una gran importancia a la protección de los periodistas de investigación y de los reporteros de guerra.
Además de todo lo anterior, el Informe McBride expone los delitos, cuyo origen está en el poder, que influyen negativamente en el periodismo; y los
derechos y deberes deontológicos del periodista. Entre los deberes se destacaron: la responsabilidad social de los profesionales de la información que implica una serie de obligaciones respecto de la opinión pública; el respeto hacia las leyes, con el fin de que los periodistas no vulneren los derechos de los ciudadanos; y la necesidad de asumir, por parte de los profesionales, la responsabilidad contractual con los medios de comunicación. Es importante añadir que, el Informe McBride, restalta que la libertad de expresión tiene una gran importancia siempre que se ejerza con responsabilidad, relacionando ésta con la ética profesional. Si esto no fuera así se podría producir una distorsión de la información que repercutiría en los ciudadanos, según el informe.


Títulos del Informe McBride

Tras presentar, en 1980, la investigación desarrollada por la Comisión McBride, los miembros de ésta establecieron 82 recomendaciones que quedaron divididas en los siguientes títulos:
· Política de Comunidación para la independencia y el autodesarrollo
· Refuerzo de las licencias para las tecnologías apropiadas
· Nuevas tareas sociales para los medios de comunicación
· Integración dela comunicación al desarrollo
· El recurso de la ética y a las normas para la integridad profesional
· La democratización de la comunicación: Componente esencial del derecho humano
· El refuerzo de la identidad cutural para la dignidad humana
· El acceso a la información técnica: Recursos esenciales para el desarrollo
· Promoción de la cooperación internacional para los mecanismos adecuados
· Miembros asociados del desarrollo: Todos los actores implicados

De todos estos títulos, el Informe McBride insistía en varios de ellos como claves para la creación del Nuevo Orden Mundial de la Información y Comunicación (NOMIC). El primero de éstos es el que hace referencia a la Integración de los medios de comunicación, íntimamente relacionado con la informática como punto imprescindible para el desarrollo. En 1980 se preveía ya la gran revolución que traería el avance de la informática y la influencia que ésta tendría en el ámbito de la comunicación. Por ello, el Informe McBride insistía en que era de extrema necesidad que los países del tercer mundo pudieran alcanzar, en igualdad de condiciones, los avances tecnológicos con el fin de mejorar los flujos de comunicación.
El otro de los títulos en los que se hacía incapié es el que hace alusión a la democratización de la comunicación. La investigación que llevó a cabo la Comisión McBride demostró que existía, a nivel mundial, una carencia en la democratización de la información y relacionó este hecho con el artículo 19 de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, así como con el derecho de los ciudadanos a acceder libremente a las fuentes de información. Por ello, la Comisión propuso crear unas líneas de actuación, a nivel internacional, que favorecieran el equilibrio entre las leyes internas de cada país y el derecho internacional. Así, se produciría una verdadera democratización de la información. Además, la Comisión se centró en defender el cumplimiento de los derechos humanos, cuya defensa corresponde en gran medida a los medios de comunicación, y afirmaba que éstos no existirían sin el reconocimiento de la libertad de expresión, la libertad de prensa, la libertad de información y el derecho de reunión.
Así mismo, la Comisión McBride resaltó la transcendencia que tenía el hecho de crear unos
códigos deontológicos y consideró que éstos debían ser desarrollados por los propios profesionales de la información, algo que ya se recogía en la Declaración de la UNESCO sobre la contribución de los medios de comunicación al refuerzo de la paz y de los derechos humanos. Además, se propuso la instauración de Consejos de Medios de Comunicación ya que la Comisión consideraba que el desarrollo de estos organismos podrían favorecer la participación democrática y la eliminación de las distorsiones de la información que se producían en el ámbito de la comunicación.


Líneas de Actuación del Informe McBride
El Informe McBride se sustentaba en dos premisas claves. La primera de ellas, hacía referencia al poder de informar y al poder de ser informado. El informe venía a decir que ésta era la esencia de la sociedad moderna. De tal forma que, al producirse un aumento de la concentración del poder de informar, éste podría provocar el desarrollo de nuevas maneras de control que llevarían a la desaparición de los poderes en las sociedades. La segunda premisa, hacía alusión a que la información es un recurso de extrema importancia en la sociedad que estaba íntimamente ligado a la comunicación, la tecnología y la cultura. Así, se establecieron cinco líneas de actuación:
· Promover la idea de que la comunicación es un derecho fundamental de los ciudadanos y grupos sociales
· Aminorar los desequilibrios y desigualdades, así como las distorsiones, que se producen en el momento de la difusión de la información
· Promover una comunicación democrática global en la que se respeten las identidades culturales y los derechos individuales de los ciudadanos
· Desarrollar políticas de comunicación, en cada uno de los estados, relacionadas con el proceso de desarrollo
· Investigar cuáles deben ser las bases sobre las que se sostendría el Nuevo Orden Mundial de la Información y la Comunicación (NOMIC) como parte de un Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI)

Puntos Fuertes del Informe McBride
Como se ha citado anteriomente, el Informe McBride fijó los puntos sobre los cuales había de construirse el Nuevo Orden Mundial de la Información y Comunicación (NOMIC). Éstos eran los siguientes:
· Eliminación de los desequilibrios y Desigualdades entre el tercer mundo y los países desarrollados
· Erradicar los efectos negativos que se producen por la creación de monopolios
· Liquidar las barreras, tanto internas como externas, que impiden la libre circulación y una difusión equilibrada de la información
· Garantizar la pluralidad de las fuentes y los canales de la información
· Garantizar, a su vez, la libertad de prensa y de información
· Aumentar la capacidad de los países del tercer mundo para mejorar la situación, el equipamiento y la formación profesional de los periodistas
· Cooperación de los países desarrollados hacia el cumplimiento del punto anterior
· Respetar la identidad cultural y el derecho de cada país de informar a los ciudadanos del mundo de sus aspiraciones y sus valores, tanto sociales como culturales
· Respetar el derechos de todos los pueblos del mundo a participar en los flujos de información internacionales
· Respetar los derechos de los ciudadanos de acceder a las fuentes de información y de participar activamente en el proceso de comunicación

El Fracaso del Informe McBride
El lema que estuvo presente durante todo el Informe McBride fue la
solidaridad internacional. Para que las líneas de actuación y las recomendaciones de esta Comisión fueran efectivas, éstas debían ser apoyadas por el Sistema de Naciones Unidas y, concretamente, por la UNESCO. El informe se aprobó en 1980, una fecha en la que la revolución tencológica favorecía a los países desarrollados y, sobre todo, a Estados Unidos. Los países desarrollados se sintieron ofendidos con la propuesta porque ésta promulgaba el derecho de todos a acceder a las nuevas tecnologías y el derecho de todos a emitir cualquier tipo de información, hecho que mermaba los intereses económicos de los países desarrollados. Precisamente, con la llegada de Ronald Reagan al Gobierno, Estados Unidos se desmarcó totalmente del Informe McBride y elaboró un programa de desarrollo con unas pautas de actuación contrario a la ONU y a la UNESCO. Este programa norteamericano dejaba ya de lado las propuestas que hacían referencia a la eliminación de los desequilibrios mundiales, al control del monopolio en el campo de la comunicación, la supresión de barreras y la pluralidad de las fuentes y los canales de información, todos ellos aspectos claves en el Informe McBride. Así, Estados Unidos anunció, poco tiempo después, que dejaba de formar parte de la UNESCO. El trabajo de la Comisión presidida por Sean McBride empezó a considerarse, por parte del bando estadounidense, como un "conjunto de proyectos sovietizantes" que eran prácticamente incompatibles con las libertades de las sociedades democráticas.
Estas ideas fueron compartidas, desde que Estados Unidos anunció su retirada de la UNESCO hasta su salida real (1985), por los grandes grupos mediáticos. Los estadounidenses consideraron que el informe "Un sólo mundo, voces múltiples" se convirtió en una obsesión para McBride y lo tacharon de incompatible con la libertad de expresión y la libertad de información. A partir de entonces, Sean McBride empezó a carecer de credibilidad e, incluso, de voz y M'Bow, uno de los grandes apoyos de McBride, fue relevado de su cargo como Director General de la UNESCO. Con la salida de M'Bow de la UNESCO, ésta desarrolló una nueva estrategia de comunicación que eliminaba totalmente las pautas y objetivos del Informe McBride y terminaba para siempre con el espíritu de consenso que había hecho posible su eleboración.
Así, en 1989, se celebra la XXIV Conferencia General de la UNESCO en la que se borran todos los principios que el Informe McBride había promulgado y se vuelve a los inicios de la UNESCO, es decir, vuelven a debatirse aspectos relacionados con los flujos de información y el papel de los medios de comunicación en los países en desarrollo, pero desde el punto de vista inicial de la UNESCO. Un punto de vista que había favorecido siempre a Estados Unidos, desde 1946 hasta 1970, y a los países desarrollados.

Del cielo por asalto a las décadas perdidas - Análisis del informe McBride

Por María Rosa Gómez
La desigualdad cultural en la Sociedad de la Información
El Informe McBride, al dar cuenta de la desigualdad en el acceso a los bienes culturales por parte de los países del Tercer Mundo, advertía -entre otra enorme cantidad de datos e indicadores- que:
  • Los países en desarrollo (Asia, Africa y América Latina) que tienen las tres cuartas partes de la población mundial, sólo disponen de la mitad de los periódicos del total mundial.
  • Ocho países o territorios de Africa y tres países árabes no tienen ni un solo diario.
  • Un gran número de países no tiene televisión. Otros la tienen sólo en centros urbanos.
  • Los países desarrollados tienen más del 95 por ciento de la capacidad de computadora del mundo.
    Datos actuales demuestran que la desigualdad cultural amplió su brecha a niveles no previstos en el riguroso Informe.
  • El 87 por ciento de las ganancias obtenidas en la producción de bienes culturales, se las reparten EE.UU. (55 por ciento de ese total), la Unión Europea (25 por ciento) y Japón (15 por ciento). El exiguo 13 por ciento restante se reparte entre el resto de los países del mundo (América Latina participa de un 5 por ciento). Las cifras corresponden al dossier de Industrias culturales en Argentina del Observatorio de Industrias Culturales (OIC).

El teórico Luis Ramiro Beltrán, informa que "de los 550 millones de computadoras que hay en el mundo, poco más de la mitad están en Estados Unidos, Japón, Alemania, Inglaterra y Francia. Algo más de dos tercios del total mundial de usuarios de Internet -320 millones- corresponden a esos mismos cinco países. Y del total mundial de "internautas" el 57% está en Estados Unidos de América, mientras que en Latinoamérica está sólo el 1%".
En octubre de 2005 se cumplieron 25 años desde que la Comisión McBride presentó ante la XXI Conferencia General de la UNESCO reunida en Belgrado, el trabajo más riguroso y polémico de la historia de la comunicación, el Informe McBride.
El verdadero nombre de ese grupo, creado en 1977 por la UNESCO, era más extenso: Comisión Internacional de Estudio sobre los Problemas de la Comunicación. Lo presidió el irlandés Sean McBride, único caso de alguien galardonado con el Premio Nobel de la Paz y el Premio Lenin, su equivalente en la órbita de los países socialistas. Intelectuales, académicos y cientistas de la comunicación identificarían de allí en más tanto a la Comisión como su Informe, por el apellido de quien la presidió.
Con este encargo, la UNESCO pretendía demostrar y legitimar las denuncias formuladas por el Movimiento de Países No Alineados en Argel, en 1973: "La acción del imperialismo no se ha limitado a los dominios político y económico, sino que comprende igualmente los dominios cultural y social, imponiendo así una dominación ideológica extraña a los pueblos en vías de desarrollo".
En correspondencia con esa afirmación, los No Alineados exigirán a partir de ese momento, avanzar hacia la concreción de un Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI), fundamental para la edificación de un Nuevo Orden Internacional de la información y la Comunicación (NOIIC).
Claro que el contexto internacional de los 80, cuando se entregó el Informe, no era el mismo que se respiraba al momento de la Declaración de Argel. En la década de los 70 los No Alineados (o Tercer Mundo) imponían agenda. El aldabonazo de los tiempos de cambio lo había dado el triunfo de Salvador Allende en las elecciones presidenciales chilenas de 1970, inaugurando "la primera vía pacífica al socialismo". En 1973 se creó la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que jaqueó a los países desarrollados elevando el precio internacional del barril de crudo y se firmaron los acuerdos de paz de Vietnam, donde los EE.UU. había sufrido por primera vez una derrota humillante. Existía el convencimiento de que se podía tomar "el cielo por asalto".
En 1980, en cambio, se imponía en los países de América Latina -los más entusiastas en el respaldo al NOIIC- la Doctrina de Seguridad Nacional, que a sangre y fuego derribó gobiernos constitucionales y sentó las bases para la aplicación salvaje de políticas neoliberales que persisten actualmente. Esta etapa, además, coincidió con el ascenso al poder de Margareth Thatcher, en el Reino Unido y de Ronald Reagan, en los EE.UU., adalides del neoliberalismo, críticos recalcitrantes de la intervención del Estado en áreas de salud, educación, políticas sociales y servicios, entre ellos las comunicaciones.
Reagan y Thatcher propiciaban el "voto calificado" en la ONU y la UNESCO, alarmados ante el voto mayoritario de los No Alineados en esos organismos, producto de los procesos de descolonización y del triunfo de movimientos de liberación en Asia y África. Sin embargo, estos países del Tercer Mundo, también se verían afectados por "la crisis de la deuda", y poco a poco bajarían el tono de sus reclamos ante los países poderosos. Bajo ese nuevo mapa político internacional se presentó el Informe de la Comisión McBride, que se pronunció respecto a cuáles serían -entre otras- las bases para asegurar un NOIIC: el respeto a las identidades culturales y el acceso a las fuentes para toda la sociedad; eliminación de desequilibrios y desigualdades; libertad de prensa e información; supresión de los efectos nocivos de los monopolios; flujo libre y equilibrado de la información; pluralidad de fuentes; el respeto de derecho de todos los pueblos a participar en los intercambios internacionales de información.
La arremetida de las corporaciones de medios y de los países más poderosos no se hizo esperar. Se tildó al Informe de "sovietizante." En 1984 EE.UU. se retiró de la UNESCO y es imitado al año siguiente por el Reino Unido -cuándo no-. En 1982 México suspendió unilateralmente el pago de su deuda externa, que se había elevado en proporción gigantesca por la suba de intereses impuesta por EE.UU.. Hubo un "efecto dominó" en los países del Tercer Mundo, que ya no imponían agenda y, en aras de mostrar buena voluntad y predisposición a los organismos financieros internacionales, desistieron de políticas confrontativas y abandonaron la idea de tomar "el cielo por asalto".


Periodista, integrante del Observatorio de Medios UTPBA

miércoles, mayo 07, 2008

Orígenes de la Comunicación Política del siglo XX

Desde principios de siglo, un sinfín de estudiosos e investigadores intenta comprender los efectos que los medios de comunicación producen sobre las sociedades organizadas, así como determinar los modos en que los actores políticos utilizan dichos medios para influenciar la opinión pública.
El balance de la investigación es un conjunto desordenado de aproximaciones más o menos estructuradas y frecuentemente superpuestas o contradictorias.
Durante las primeras décadas del siglo XX, los teóricos imaginan que la vigencia de la “sociedad de masas” supone que los estímulos manipuladores creados por los medios llegan de modo directo y sin mayor oposición a todos los miembros del conjunto social. Con base en dicha convicción, empieza a circular la creencia generalizada de que los medios de comunicación poseen una enorme capacidad para moldear la opinión pública y empujar a las masas hacia actitudes y conductas impuestas por los emisores de mensajes.
Un joven Adolf Hitler toma conciencia de ello y se aboca a apuntalar su incipiente liderazgo: produce más de 1.000 filmes como instrumento de cooptación política.
En este contexto aparece la primera teoría de la Comunicación Política del silo XX, la “teoría de la bala mágica”, también conocida como “teoría de la aguja hipodérmica”. Ésta es una aproximación hipotética sumamente simple y mecánica toda vez que supone el funcionamiento de un básico modelo de estímulo y respuesta, sin variables intermedias: los mensajes emitidos por los medios son “inyectados” de manera uniforme en cada uno de los integrantes del público, provocando en ellos el “disparo” de reacciones inmediatas y directas de acuerdo con las intenciones del emisor.
En síntesis:
  • La comunicación es un proceso asimétrico: el emisor es activo, la masa receptora es pasiva y sólo reacciona ante los estímulos del primero.
  • Los receptores actúan de modo aislado y atomizado.

Esta teoría se apoya a su vez en los postulados biológicos y psicológicos vigentes en su época: una visión de la naturaleza humana que presenta a los individuos como blanco fácil de influencias y emociones, seres homogéneos con escaso control sobre su propia voluntad.
A partir de la década de 1920, los estudiosos de la comunicación de masas descubren que los supuestos sobre los cuales había sido construida la teoría de la bala mágica pierden validez. Los procesos de interacción social se hacen cada vez más complejos y sofisticados.

Enfoques, escuelas y teorías (1920-1960)
En la primera mitad del siglo XX, pueden identificarse dos enfoques centrales en el estudio de la Comunicación Política. Uno de ellos, en Estados Unidos, se conoce como Mass Communicattion Research. El otro, de origen europeo y perfil filosófico, se identifica como “sociología crítica”. Ambos enfoques albergan un conjunto de escuelas y teorías referidas a una temática común: la forma en que la sociedad y la política se ven afectadas por la acción de los medios masivos.

Enfoque empírico – experimental

1.1 Teoría de la aguja hipodérmica

Analiza las reacciones que los actores políticos logran o intentan lograr en la opinión pública mediante la utilización sistemática de la prensa, sea en el marco de campañas electorales o de acciones de difusión gubernamental. Su aplicación se apoya en los altos niveles de exposición de la sociedad norteamericana a dichos medios.
A finales de la década de 1920, mientras las empresas se interesan en los medios para la organización de campañas publicitarias que estimulen las necesidades de consumo, los políticos ven en ellos la posibilidad de penetrar en los hogares de cada uno de sus potenciales votantes.
Entre 1920 y 1960, estas escuelas estudian la relación entre política y medios desde dos perspectivas fundamentales: los efectos de los mensajes emitidos por la prensa sobre la conducta política de los individuos (escuela conductista) y la función mediática en el proceso de estructuración de la sociedad (escuela funcionalista).
La “escuela conductista” surge en los años veinte. El método experimental utilizado por esta escuela permite a los politólogos descubrir la importancia de considerar al momento de evaluar la conducta política y electoral de las personas.
El más destacado de los investigadores es Harold Laswell, quien focaliza su trabajo empírico en dos campos principales: el análisis de los “efectos” de los mensajes y el análisis de su “contenido”. En relación con los efectos producidos por los mensajes políticos, realiza en 1927 un estudio de las técnicas de persuasión propagandística utilizadas durante la Primera Guerra Mundial. En dicha investigación, comprueba que el lenguaje constituye un factor de poder clave y señala que los líderes recurren en forma sistemática a signos y símbolos a través de los cuales establecen una eficiente estructura de control social. Puede decirse que la básica simbología semiológica observada por Laswell a principios del siglo XX representa un antecedente de los elaborados eslóganes de la propaganda política de nuestros días.
Más tarde, en 1948, este investigador inicia el proceso de transición, dentro de la Mass Communicattion Research, del conductismo al funcionalismo.
El trasfondo de las teorías sobre las funciones se ubica la necesidad de comprender el papel de los poderosos mass media en la nueva sociedad industrial de mitad del siglo XX.

1.2 Hipótesis de la persuasión

En 1944, Lazarsfeld es uno de los primeros investigadores en poner en duda el supuestamente omnipotente papel de los medios de comunicación en las campañas electorales (postulado de la “teoría de la aguja hipodérmica”).
Él considera que las decisiones electorales pueden ser explicadas en función de las pertenencias sociales, culturales, raciales, demográficas y religiosas de los votantes. Esto implica que la influencia de los medios de comunicación en la conducta política de los ciudadanos está condicionada por la ubicación de éstos dentro del sistema social al que pertenecen.
Lazarsfeld, desde la sociología, aborda el estudio de la eficacia de las campañas electorales. Hovland, desde la psicología, se concentra en el fenómeno de la persuasión. Para ellos la comunicación es un fenómeno complejo que no se puede reducir a un simple modelo de estímulo y respuesta. Por ello, investigan los “múltiples factores” que intervienen en el proceso comunicacional, como son, entre otros, la imagen que el receptor tiene del medio utilizado, el paso del tiempo y su influencia sobre la memorización, la pertenencia social del destinatario y la influencia de los líderes de opinión.

Condiciones psicoambientales que los medios tienen en cuenta en este período para construir sus mensajes:

  • La memorización de mensajes no es neutro: en él interviene una dosis de selectividad de parte de los receptores.
  • El efecto latente (sleeper effect): con el paso del tiempo se acrecienta la eficacia persuasiva del mensaje.
  • La mayor o menor predisposición a la aceptación de mensajes.
  • La soledad del destinatario.
  • La familiaridad con el lugar de recepción


1.3 Teoría de los efectos limitados

Se observan cambios en las actitudes, orientaciones y conductas de los individuos a partir de un mismo mensaje emitido por la prensa: lo que para cada individuo existe como “realidad” viene determinado por lo que su grupo social acepta. El flujo de la Comunicación Política no es tan simple como se pensaba.
De nuevo, Lazarsfeld y Hovland sugieren que la eficacia persuasiva del acto comunicativo se relaciona, entre otras cosas, con la credibilidad de la fuente: un mismo mensaje transmitido a través de medios distintos ofrece resultados diferentes. Ello significa que los emisores cuentan con numerosas alternativas al momento de componer los contenidos y elegir los canales para la difusión de sus estrategias discursivas.


De esta manera, se comprueba que los medios de comunicación en realidad no cambian la opinión o las actitudes de los votantes, sino que más bien tienden a reforzar las opiniones preexistentes en la mente de éstos (“hipótesis del refuerzo”).

2. Enfoque sociológico – filosófico


La primera generación de la Escuela de Frankfurt desarrolla, a partir de 1923, una aproximación conocida como “teoría social crítica”. Se encarga de abordar el fenómeno de la comunicación a partir de su rechazo hacia una cierta forma de ver y objetivar el mundo.
Estas investigaciones apuntan a los siguientes contenidos:

  • Quién, cómo y por qué ejerce el control de la comunicación de masas en la sociedad capitalista.
  • Los medios masivos no son capaces de reproducir la “luminosidad” de las obras de arte (la pintura, el teatro), ya que someten a la cultura a un penoso proceso de degradación
  • Le otorgan a los mass media el concepto de “industria cultural”, debido al carácter masificador y repetitivo.
  • Analizan la “creación” de una sociedad dominada por el consumo y la pasividad de sus integrantes.


Todos estos factores son síntomas de una evidente decadencia de la sociedad de masas. De allí que sus “productos culturales” puedan ser consumidos sin gran preparación o interés por parte del público, circunstancia esta que convierte a los individuos en esclavos de la lógica del mercado y de su ley de la oferta y la demanda.
Así, nos encontramos con la idea de que el consumismo mediatizado convierte al hombre en un ser unidimensional para el cual sólo existe un destino: el de la adaptación conformista.

lunes, marzo 24, 2008

Teatro Nacional

Entre las tradiciones de nuestra tierra figure en primer plano la epopeya de "Juan Moreira", fundadora de nuestro teatro.La popularidad alcanzada por este personaje real, en el cual se inspiró su autor, lo coloca al lado de Martín Fierro.

La obra se debía a la pluma de Eduardo Gutiérrez, porteño nacido en una familia muy inclinada a las letra aún así, Eduardo no había completado sus estudios y fue un verdadero autodidacta que Ilegó a hablar, por su propia iniciativa y capacidad, inglés, francés, italiano, alemán portugués y vascuence. La posterior vida de aventura que siguió en el Ejército lo colmó de vivencias y experiencias que más tarde aprovecharía en sus novelas. Lo pintoresco de los fortines de la época, el desierto, los malones y la vida gauchesca, inspiraron a Gutiérrez y le hicieron dejar las armas en 1880 para abocarse a la literatura.

Buenos Aires, 1884. Una compañía de circo en la que actuaba la conocida "Compañía de los hermanos Podestá" estrena una pieza teatral basada en una popular novela folletinesca de la época, "Juan Moreira". La obra se representó como un espectáculo de mímica, es decir sin hablar una sola línea de texto, y en las arenas del circo, muy en boga entonces. La pieza no era otra cosa que un pequeño número más dentro de las atracciones que incluía el espectáculo de los Podestá: acróbatas, trapecistas, payasos, domadores y cancionistas. Pero aun así, el "Juan Moreira" estaba destinado a convertirse muy pronto en la pieza más tradicional y popular del teatro argentino.

Con el curioso seudónimo de Hermenegildo Espumita, fue Gutiérrez un asiduo colaborador de periódicos de la época. A pesar de debérsele numerosos artículos de toda clase (políticos, críticos, de actualidad o simples ironías), dos obras sobresalieron de su producción. Fueron las novelas "Juan Moreira" y "Santos Vega", publicadas por entregas. El público las aceptó de inmediato, identificándose con los tipos descriptos en ellas, y la fama que adquirió la primera fue tanta que el propio autor decidió adaptarla a la escena para ser representada. Escribió entonces un libreto que fue tomado por los Podestá.

Hacia 1884 el teatro nacional casi no existía, tanto por falta de autores como de un espacio escénico propio. El circo, estaba en pleno auge, y éste y el "Juan Moreira" se ayudaron entre sí. La obra había resultado tal éxito en 1884 que no sólo se incorporó al repertorio mímico de los Podestá, sino que en 1887 se estrenó una versión hablada en Chivilcoy. Ésta triunfó en la Capital, cuando los Podestá la representaron en 1890. Así, la simple y genuina trama del gaucho perseguido por la autoridad (tal es el tema de la pieza) conquistaba los corazones argentinos y se convertía en la primera obra teatral de identidad nacional

lunes, septiembre 24, 2007

EL GROTESCO CRIOLLO


El diccionario de la lengua castellana ubica el origen del término en Italia. Dice “Grotesco: del italiano: grottesco: de grotta, grutta. Ridículo, extravagante. Irergular, chocante, grosero y de mal gusto”.

Lo importante de esta característica es la imposibilidad de establecer los límites entre un orden y otro: lo animal y lo vegetal, el objeto y el hombre, lo real y lo fantástico.

Esta representación de la realidad provoca en el receptor un sentimiento de angustia, al no poder ubicarse frente a un mundo siniestro que se encuentra “dado vuelta”.

Desde sus orígenes el grotesco se relacionó con lo cómico, hasta tal punto que se lo clasifica a menudo dentro de otras de sus formas: la sátira, la ironía, la burla, etc. Provoca en el espectador un sentimiento de superioridad ante lo presentado o de complicidad con quien está haciendo la broma. El grotesco, por la presencia simultánea de lo cómico y lo trágico, impide al receptor situarse en cualquiera de los terrenos seguros de la tragedia y la comedia, y llorar o reír sin trabas: la risa será ahogada por la angustia o el dolor y sonreirá mientras llora. El creador de este tipo de obras destruye los órdenes de la naturaleza, el concepto de personalidad, el orden histórico, la coherencia lingüística, las leyes físicas y las leyes estéticas. El creador que utiliza el grotesco representa un mundo desquiciado.


Los temas:

El tema básico es el dinero, o mejor, su ausencia. Asociados a él, van los fracasos, el desamor, la disolución familiar, la corrupción, el delito, la miseria, la humillación.


La construcción dramática:

El grotesco está construido de un modo similar al de la tragedia griega. Cuando comienza la intriga, estamos a un paso del desenlace. Y esto es posible, pues la acción ha comenzado mucho tiempo atrás, y sólo asistimos a la agonía final del héroe. Si bien el héroe intenta, en el nivel de la intriga, escapar a su destino, la situación es irreparable, pues la disolución familiar, el fracaso, el cansancio, han ido carcomiéndolo poco a poco y, aunque no lo sepa, ya está derrotado.


Los personajes:

Son inmigrantes, en su mayoría italianos, quizá por el simple hecho de haber sido los más numerosos o los más fracasados. Sus nombres titulan las obras, señalando claramente al personaje en quien se encarna el conflicto. La apariencia de los personajes es generalmente grotesca, reforzada por una forma de caminar bamboleante, movimientos torpes, porrazos.

El personaje se completa con el lenguaje, que reproduce con maestría el habla ítalo-criolla, mezclada con términos vulgares y lunfardos. Este elemento, el lenguaje, refuerza las diferencias entre padres e hijos.

El espacio:

La escenografía es realista: denota la situación económica y las actividades de la familia. Los cuartos están repletos de objetos y muebles; las paredes cubiertas de manchas o adornos viejos y estropeados.

miércoles, junio 27, 2007

CONAN DOYLE, Estudio en Rojo


El argumento

¿Cómo se conocen Holmes y Watson?

¿Qué costumbres, gustos y aficiones tiene Holmes?

¿Cuál es el enigma que se le presenta a los protagonistas para descifrar?

¿Cómo describe Holmes el método que utiliza?

¿Cómo aparecen caracterizados Lestrade y Gregson?

¿A qué institución pertenecen?

¿Cómo se relacionan John y Lucy Ferrier con Dreber y Stangerson?

¿Qué importancia tiene la poligamia mormona en el destino de los Ferrier?

¿Por qué no se separan Dreber y Stangerson en Europa?

¿Cuál es el primer sospechoso para la policía?

¿Por qué causa?

¿Cómo se conocen Jefferson Hope y Drebber?

¿Por qué John y Lucy Ferrier tienen que huir de Salt Lake?

¿Qué les sucedió a J. Hope y a John y Lucy Ferrier luego de la huida de Salt Lake?

¿Qué información obtiene Holmes a partir de las marcas en el terreno?

¿Cómo descubre la identidad del asesino?

¿En qué se diferencia su manera de trabajar de la de Gregson y Lestrade?

¿Cómo lo encuentra?


La venganza

¿Cuál es el plan que elabora Jefferson Hope para llevar a cabo su venganza?

¿Cómo consigue el anillo de bodas de Lucy?

¿Cómo encuentra a Drebber y Stangerson?

¿Cómo concreta el asesinato?

¿Por qué no le importaba perder la vida?


La Novela

¿Cuántos narradores hay?

¿Cuántas secuencias narrativas se pueden encontrar a lo largo de la novela? ¿Cuáles son?

¿Cuáles son los marcos espacio temporales en los que se desarrollan los núcleos de acción?

Determiná cuáles son las características que se pueden deducir de los comportamientos de los siguientes personajes:

El detective - El ayudante - El sospechoso - El criminal

¿Qué opina el protagonista de la obra acerca de Auguste Dupin y Monsieur Lecoq?

¿Dónde podemos encontrar el punto de vista médico en la novela? ¿A través de qué personaje?

¿En qué momentos de la novela se hace mención a los periódicos de la época?


Interpretación:

¿A qué se refiere Holmes cuando pronuncia las frases que aparecen a continuación?

(a)”No tiene importancia alguna lo que Ud. haya hecho (…) la cuestión es que pueda hacer creer a los demás que lo hizo”

(b) “Por nada del mundo habría yo querido perderme esta investigación”

domingo, abril 15, 2007

La Hechicera del Mediodía

Antes de la lectura

¿En cuántas partes está dividida la novela?

¿Cómo se titulan los capítulos?

¿Qué puede significar el título?

Durante la lectura

CAPÍTULO 1

1. ¿Cómo se describe a Ed, a Williams y a Harold?

2. ¿A qué se dedica el padre de Ed?

3. ¿Cómo se resuelve el primer enfrentamiento entre Ed y Williams?

CAPÍTULO 2

4. ¿A dónde van Ed y Harold a la salida de la escuela? ¿Por qué?

5. ¿Cómo es el pueblo en el que se desarrolla la historia?

6. ¿Dónde vive Harold? ¿Con quién?

CAPÍTULO 3

7. ¿Qué sucede en la casa de Nan?

8. ¿Cuándo se enfermó Lidia? ¿Qué piensa Nan de esa situación?

9. ¿Qué hace Harold para calmar a Lidia?

10. ¿Cuál es el diagnóstico del doctor Lifford?

CAPÍTULO 4

11. ¿Qué piensa el padre de Ed de su amistad con Harold?

12. ¿Por qué motivo el Director interrumpe la clase?

13. ¿Qué castigo recibe Williams? ¿Por qué?

14. ¿Por qué la señorita Baldwin saca a Nelly del aula?

15. ¿Cuál es la teoría de Cyrus acerca del robo de leña? ¿Por qué los chicos no le creen?

16. ¿Dónde se encuentra Nelly al final de este capítulo?

CAPÍTULO 5

17. ¿Qué le pide Nan a Ed?

18. ¿Cómo se resuelve el segundo enfrentamiento entre Ed y Williams?

19. ¿Por qué Ed no tiene hambre?

20. ¿Cuál es su teoría de acerca del paradero de Nelly?

CAPÍTULO 6

21. ¿Qué hace Ed esa mañana de sábado?

22. ¿Cuál es el plan de Williams?

23. ¿Cómo termina la situación?

24. ¿Cómo es su regreso a casa? ¿Con quién se encuentra?

CAPÍTULO 7

25. ¿De qué no quieren hablar los padres de Ed delante de él?

26. ¿Con qué intenciones llega el Sr. Williams a la casa de los Willoughby?

27. ¿Qué declara Ed?

28. ¿Cómo son los domingos de Ed?

29. ¿Qué hace Harold en la puerta del templo?

30. ¿Qué noticia trae Nan?

31. ¿Quiénes se encuentran en la casa de los Todds? ¿Por qué?

32. ¿Cuál es el plan para resolver la situación?

33. ¿Quiénes se organizan para la búsqueda?

34. ¿Qué le comenta Harold a Ed cuando los adultos están saliendo?

35. ¿Qué encuentran debajo de la ventana de Lidia cuando se encuentran solos?

36. ¿Quién es Ella?

CAPÍTULO 8

37. ¿Cómo es la casa de Harold?

38. ¿Qué secreto comparte Harold con Ed?

39. ¿Qué es un “sirkhawn”?

40. ¿Cuál es el panorama de la clase el lunes siguiente?

41. ¿De qué hablan Ed y Cyrus en el recreo?

42. ¿Qué deciden hacer?

43. ¿Qué sucede, mientras tanto, con la búsqueda?

44. ¿Cómo se entera Ed?

CAPÍTULO 9

45. ¿Cómo es la casa de Cyrus?

46. ¿Para qué se quedan Nan y Ed esa noche en la casa de Cyrus?

47. ¿Qué nuevo dato aporta Ed acerca de las desapariciones?

48. ¿Qué aparece detrás de la ventana?

49. ¿Cómo reacciona Ed?

50. ¿Cómo es ella?

51. ¿Cómo aparece Harold?

52. ¿Por qué el señor Sanghorn dice: “la nieve cae siempre en mal momento”?

53. ¿Qué situación tiene lugar en el bar del padre de Cyrus?

54. ¿Qué información aporta Harold acerca de Amatkine?

55. ¿Cuál es el secreto de Harold?

56. ¿Cómo se reorganiza la búsqueda?

CAPÍTULO 10

57. ¿Qué son los silfos?

58. ¿Cuál es la historia de Harold?

59. ¿Cómo se siente Ed antes de salir?

60. ¿Cómo se lleva a cabo la expedición?

61. ¿Qué señales indican que Amatkine está enterada de la búsqueda?

62. ¿Por qué Harold se arrepiente de haber llevado a los adultos?

63. ¿Por qué motivos Ed decide continuar?

CAPÍTULO 11

64. ¿Dónde los encuentra la noche? ¿En qué condiciones?

65. ¿Cómo se encontraron el señor Sanghorn y Harold?

66. ¿Cómo está vestido Harold a la mañana siguiente?

67. ¿Qué le sucede al abuelo?

68. ¿Cómo reacciona Harold?

CAPÍTULO 12

69. ¿Por qué Harold se enoja con Ed?

70. ¿A qué hora llegan al claro? ¿Qué hay allí?

71. ¿Qué sensaciones tiene Ed cuando atraviesan el claro?

72. ¿Cómo aparece descripta la guarida de Amatkine?

73. ¿A quién encuentran?

74. ¿Cómo se lleva a cabo el enfrentamiento entre Harold y Amatkine?

75. ¿Qué hace Ed?

76. ¿Quién aparece para ayudarlos?

77. ¿Cómo es el final de la hechicera?

Epílogo

78. ¿Cómo se relaciona el comienzo de este capítulo con el primero?

79. ¿Qué pasó con Harold?

80. ¿Qué le pide a Ed?

81. ¿Cómo es la vida de adulto del narrador?

Después de la lectura

¿Quién es el narrador?

¿Cuál es el conflicto que se plantea?

¿Qué personajes discriminan a otros? ¿Por qué motivos?

Justificá el título de la novela.